Convertirse en uno de los 50 líderes más influyentes en Supply Chain de Chile, según la Revista América Minera, no es un logro menor. Para Luis Felipe Cárdenas, egresado del MBA USACH y actual Gerente de Logística de la Mutual de Seguridad, este reconocimiento representa mucho más que una distinción: es la confirmación de una trayectoria versátil, una mirada estratégica y un compromiso profundo con la experiencia de servicio y el impacto que la logística puede generar en la sociedad.
En esta entrevista para el Magíster en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Santiago de Chile (MBA USACH), conversamos con él sobre este reconocimiento, los desafíos actuales del sector, el rol transformador de la logística y la importancia de seguir formándose en un mundo que se mueve cada vez más rápido.
Reconocimiento y trayectoria
Luis Felipe, ¿Qué significa para ti haber sido reconocido como uno de los 50 líderes más influyentes en Supply Chain por la Revista América Minera?
Para mí es una responsabilidad muy grande. Formar parte de un grupo de profesionales destacados del país te impulsa a seguir haciendo las cosas con excelencia, dedicación y, sobre todo, con pasión. Este tipo de reconocimientos te impulsa a buscar permanentemente espacios para innovar y generar valor, no solo dentro de la empresa donde trabajas, sino también para la sociedad en su conjunto.
¿Cómo recibiste esta noticia y qué impacto ha tenido en tu carrera y en tu equipo?
En primer lugar, y muy significativo, he recibido el cariño de diferentes personas con quienes he tenido la oportunidad de trabajar, compañeros de la Mutual, colegas de otras organizaciones donde trabajé y contactos con los que me he cruzado en distintos momentos de mi vida profesional. Ese reconocimiento colectivo es algo que valoro muchísimo.
Y, naturalmente, este tipo de reconocimientos aporta a tu marca personal y profesional, ampliando posibilidades, networking, espacios de colaboración, , así como potenciales nuevas alianzas estratégicas.
Desde tu experiencia, ¿Qué atributos distinguen a un profesional influyente en la gestión de la cadena de suministro en Chile?
Creo que la versatilidad y agilidad es clave. He tenido la oportunidad de trabajar en industrias muy distintas de alta complejidad y exigencias (Metro de Santiago, Clínica Las Condes, Mutual de Seguridad), desde diferentes roles, que exige adaptarse a ambientes, rubros y dinámicas muy distintas.
También considero es importante haber gestionado cadenas logísticas en organizaciones donde el impacto es inmediato y muy visible, tanto en continuidad operacional, experiencia de clientes, como en seguridad en todo sentido. En Metro o en una clínica, si la logística falla, el usuario lo percibe enseguida. Y hoy, en Mutual, donde nuestro propósito es proteger a los trabajadores de Chile, esa sensibilidad es aún más profunda.
Además, creo que influye tener una mirada sistémica y pensamiento analítico, conectándose con el negocio, entender cómo lo que haces (o no haces) repercute en toda la organización. El haber desempeñado roles desde la gestión de contratos y procesos permite complementar la función de abastecimiento aportando visión del cliente final y del impacto real que genera lo que hacemos.
Finalmente, el trabajo en redes y equipo es fundamental en un área que tiene incidencia en toda la organización de forma transversal donde las personas están en el centro para poder alcanzar los objetivos.
Formación y desarrollo académico
Tu formación combina ingeniería eléctrica, ingeniería civil industrial, un diplomado en operaciones y el MBA USACH. ¿Cómo ha aportado cada etapa a tu desempeño actual?
Te aporta tanto desde la complementariedad de conocimientos, como de la diversidad de experiencias que te permite capturar. La ingeniería eléctrica me entregó conocimientos técnicos complejos y un modo muy estructurado de pensar y enfrentar problemas. Luego, la ingeniería industrial complementó esa base con más habilidades de gestión, planificación y visión estratégica.
Finalmente, el MBA USACH fue un impulso enorme. No solo por los contenidos, sino por las herramientas que te da para mirar reflexivamente a las organizaciones, gestionar en entornos complejos, pensamiento estratégico y compartir espacios con profesionales de alto nivel que también están compitiendo por roles de mayor responsabilidad. Todo lo que aprendí en el MBA lo apliqué en Metro y lo sigo aplicando hasta el día de hoy, con una mentalidad de crecimiento buscando nuevos métodos ya desde la autogestión.
¿Qué rol jugó el MBA USACH en tu desarrollo profesional y en cómo enfrentas los desafíos de la logística?
El MBA fue clave. Me permitió estar mucho más preparado para abordar otros niveles de responsabilidad y enfrentar los desafíos con una perspectiva más amplia y completa. Fortaleció mi capacidad de liderazgo, la toma de decisiones y la visión estratégica con sentido práctico necesaria para gestionar cadenas complejas en organizaciones de alto impacto.
¿Qué consejo darías a los actuales estudiantes del MBA USACH?
Tres cosas:
- Perseverancia y determinación. Un MBA y una carrera sólida se construyen con disciplina.
- Construir y potenciar redes. Dentro y fuera del MBA. Las redes sirven para toda la vida: para crecer, para resolver problemas y para abrir oportunidades de colaboración internas y externas.
- Aprendizaje continuo. El MBA no es un fin; es una plataforma. Hoy los ciclos son más cortos, nada es estable y debemos aprender, desaprender y volver a aprender constantemente.
Experiencia profesional y visión estratégica
Has mencionado que la perspectiva del cliente final ha enriquecido tu rol. ¿Cómo influye en tu trabajo actual?
Muchísimo. Primero, desde la empatía: entender qué espera realmente el cliente final y cómo debemos movilizar a los equipos para responder a esas expectativas. Por ejemplo, un cliente puede pedir rapidez y agilidad; y muchas de esas percepciones recaen directamente en la logística.
También es clave el pensamiento crítico. No enamorarse del proceso, cuestionarse constantemente y evitar la zona de confort. Cuando entiendes lo que necesita el cliente final, construyes procesos, tareas y sistemas que realmente generan valor.
Y, por último, el valor compartido. La cadena logística cobra sentido cuando lo que entregas es valorado por el cliente y juntos construyen algo mejor. Eso impulsa el desarrollo de las personas y del negocio.
¿Cuáles son los principales desafíos logísticos en el sector de la seguridad laboral y cómo los aborda Mutual de Seguridad?
Uno de los mayores desafíos es garantizar una cadena logística robusta con analítica de datos para una toma de decisiones ágil y eficiente, especialmente cuando depende de proveedores externos. Construir alianzas estratégicas es clave para que el servicio mantenga los estándares, independiente de quién lo ejecute.
Otro gran desafío es la gestión del riesgo. Hoy existen nuevas regulaciones y estándares, necesidad de contención de costos y exigencias vinculadas a sostenibilidad y criterios ASG, además de clientes con altas expectativas. La logística tiene un rol estratégico en contribuir a cumplir los objetivos organizacionales en esas materias.
Finalmente, en la Mutual de Seguridad tenemos una responsabilidad social profunda: contribuir a la seguridad de los trabajadores de Chile. Eso exige altos estándares en cada proceso, desde el diseño, abastecimiento hasta la ejecución final donde se necesite.
¿Qué proyectos actuales te entusiasman y podrían marcar un antes y un después en tu área?
Estamos trabajando en muchos frentes con una agenda muy dinámica: aprovisionamiento responsable, digitalización de procesos, gestión de contratos, mejoras en la cadena completa y desarrollo de estándares de excelencia. Un desafío importante es que el área logística sea percibida como un motor o cluster interno de eficiencia, capaz de aportar valor de múltiples formas dentro de la organización.
Para cerrar: ¿qué mensaje te gustaría compartir con la comunidad MBA USACH sobre la importancia de la logística como motor estratégico?
Primero, que la logística hoy juega un rol crítico. La pandemia, los conflictos geopolíticos y la incertidumbre global lo han demostrado: sin logística, nada funciona. Anticiparse, la gestión de datos de forma estructurada y estar en constante perfeccionamiento y conectados reforzará el liderazgo que necesitamos llevar a cabo.
Segundo, esta área ha ido incorporando cada vez más estándares de clase mundial. Eso exige profesionales altamente preparados, resilientes y con visión estratégica.
Además, la logística es un área transversal, que te permite conocer la organización completa, relacionarte con muchas áreas y desarrollar habilidades relacionales únicas.
Y, por último, el futuro es muy prometedor: inteligencia artificial, digitalización, autoconocimiento, interacción global… Las oportunidades para quienes trabajan en supply chain son enormes, siempre que se mantengan actualizados, curiosos y dispuestos a seguir creciendo y fortaleciendo a sus equipos.
Fuente: Vinculación con el Medio MBA USACH.





