En el marco charla virtual “Biodiversidad y capital natural: los negocios del futuro”, organizada por el Magíster en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Santiago de Chile (MBA USACH); Martín Ramírez, Oficial Regional de Inversión de Impacto en el World Wildlife Fund (WWF), presentó una visión transformadora sobre el papel de la biodiversidad y el capital natural en la economía del futuro.
Durante la charla, Ramírez invitó a repensar el rol de la naturaleza como fuente estratégica de innovación, productividad y sostenibilidad. “Estamos viviendo un gran cambio en los negocios”, afirmó, aludiendo a tendencias como la inteligencia artificial y la computación cuántica, pero subrayando que el verdadero activo emergente será el capital natural.
Una oportunidad para América Latina
Con énfasis en el contexto latinoamericano, Ramírez destacó que, aunque la región debe avanzar en servicios y tecnologías, su riqueza diferencial está en los ecosistemas. “Nuestra verdadera riqueza y potencial para construir nuevos modelos de negocio está en el capital natural”, señaló, instando a las escuelas de negocios a formar profesionales capaces de pensar sistémicamente y conectar biodiversidad con innovación empresarial.
Naturaleza como fuente de creatividad y rentabilidad
Ramírez explicó que la biodiversidad no solo inspira modelos de negocio (como lo hacen los sistemas naturales al observar una mariposa o un oso polar) sino que también genera flujos productivos. Ejemplificó con el caso de los manglares, ecosistemas que ofrecen un retorno estimado de 10 dólares por cada dólar invertido en su recuperación, gracias a servicios como el control de erosión costera.
“En un mundo con aumento del nivel del mar y tormentas más frecuentes, los manglares ofrecen soluciones naturales más eficientes que las infraestructuras tradicionales”, comentó, citando estudios en Miami que demuestran cómo las propiedades cercanas a manglares tienen mayor valorización inmobiliaria.
Capital natural como ventaja competitiva
La charla también abordó la necesidad de medir cuánto del PIB nacional y global depende de la biodiversidad. Ramírez instó a los asistentes a considerar el capital natural como un activo estratégico, capaz de generar ventajas competitivas, bienestar social y resiliencia frente al cambio climático.
Con esta intervención, WWF refuerza su llamado a integrar la sostenibilidad en el corazón de la estrategia empresarial, posicionando la biodiversidad no solo como un tema ambiental, sino como un eje central en la economía del siglo XXI.
Fuente: Vinculación con el Medio MBA USACH





